La mirada es el rasgo más expresivo del rostro, pero también el primero en mostrar signos de edad. Con la blefaroplastia, elimino la apariencia de cansancio permanente, las bolsas y los párpados caídos. Mi objetivo es lograr un resultado natural: que te veas descansada y jovial, no «operada» ni con expresión de sorpresa.
Retiro el exceso de piel y grasa que "pesa" sobre el ojo. La incisión queda oculta en el pliegue natural del párpado, haciéndola prácticamente invisible al abrir los ojos.
Elimino o reacomodo las bolsas de grasa que causan ojeras profundas. Dependiendo de tu piel, puedo hacerlo vía transconjuntival (por dentro del ojo, sin cicatriz externa) o subciliar (debajo de las pestañas).
Abordamos toda el área periocular en una sola intervención para un rejuvenecimiento total y armónico de la mirada.



Evito la resección excesiva de piel para que puedas cerrar los ojos perfectamente y tu expresión no cambie, solo rejuvenezca.
Ubico las incisiones en los pliegues naturales o dentro del ojo para que, tras la recuperación, sean indetectables.
Además de la estética, al retirar el peso del párpado superior, despejamos tu campo visual.
Es una cirugía poco dolorosa y de rápida integración social (usualmente 7 a 10 días).

Generalmente utilizamos anestesia local con sedación o anestesia general suave, según tu comodidad. La intervención dura entre 1 y 2 horas.
Es un procedimiento ambulatorio. Regresas a casa el mismo día. La incapacidad laboral suele ser de 3 a 5 días, dependiendo de tu trabajo (principalmente por la inflamación visual).
Es importante aclarar que la blefaroplastia corrige bolsas y piel sobrante, pero no elimina las patas de gallo (para eso usamos toxina botulínica) ni levanta las cejas (para eso se requiere una pexia de cejas).











Resuelve tus dudas fácilmente.
Sabemos que tomar la decisión de realizarte una blefaroplastia es importante. Aquí respondemos las preguntas más comunes para que te sientas seguro(a) y bien informado(a) antes de tu procedimiento con nuestros cirujanos plásticos.
Es una cirugía para eliminar el exceso de piel y grasa en los párpados superiores o inferiores.
Durante el procedimiento se utiliza anestesia local, por lo que no sentirás dolor. La recuperación puede incluir alguna molestia leve.
La recuperación inicial toma alrededor de 1 a 2 semanas, pero el resultado completo se ve después de un mes.
Las cicatrices son mínimas y quedan ocultas en los pliegues naturales de los párpados, haciéndolas prácticamente invisibles.
Los resultados son duraderos y, en la mayoría de los casos, pueden mantenerse durante varios años.
